Carta de una madre de escuela rural

Una Carta…molt interessant!!!!

Buscant  informació i més… hem trobat una carta molt bonica que va fer una mare d’una escola rural d’Asturies.

La carta és de fa anys, però te unes paraules molt boniques i encisadores per vosaltres, els Mestres de l’escola rural!

Moltes  Felicitats!


Carta de una madre de escuela rural

Martes 20 de septiembre de 2011

 

En las IXas. Jornadas de Escuela Rural de Asturias, organizadas por el Seminario de escuela rural del noroccidente de Asturias el 6 y 7 de mayo de 2011, Mar, una madre de escuela rural de Moanes, nos regaló este hermoso texto:

Buenos días a todos, me gustaría comenzar agradeciendo la invitación de compartir con vosotros estas 9ª jornadas de escuela rural.

Yo he tenido la suerte de ir a una escuela rural y ahora desde la distancia que dan los años, me doy cuenta del enorme esfuerzo, y con frecuencia del escaso reconocimiento hacia la figura del maestro rural. Mis hijos también son afortunados, ya que dieron los primeros pasos por el mundo del conocimiento, de la mano de Conchi y Marisa, de sobra conocidas por todos vosotros. Ellas nos aportaron infinidad de cosas… y digo “nos” aportaron, porque desde mi punto de vista, ésta es la función mas básica de la escuela rural: enriquecer a todos los que estamos en contacto con ella.

Si tengo que pensar en el papel que cumple la escuela en el pueblo, tengo que empezar pensando en nuestros hijos: los alumnos, y se me ocurren un montón de ideas mezcladas con sensaciones que trataré de organizar, para hacerla comprensibles:

Los niños aprenden los mismos contenidos que en cualquier otro colegio (graduado o no), pero con los matices, siempre enriquecedores, que da el aula multinivel. Yo he visto en mis hijos, que la amplitud de contenidos explicados en el aula favorecía la curiosidad por materias, que seguramente no eran las propias de su edad, y esa curiosidad era la base, para adquirir conocimientos en el momento adecuado para cada niño. Por ejemplo mi hija, aprendió a dividir posiblemente un curso o dos antes de lo que en un aula graduada le tocaría, pero lo aprendió cuando la explicación general de la maestra estimuló su curiosidad. En un aula graduada no se daría esta posibilidad, porque no escucharía la explicación sobre la división hasta que le tocase por edad y posiblemente, en ese momento, sin curiosidad ni interés… A nadie se le escapa la relación que esto puede tener con el fracaso escolar. En resumen, el encasillamiento académico de las materias de las aulas graduadas, se difumina en la escuela rural, aportando más naturalidad y espontaneidad a la hora de adquirir conocimientos.

El argumento de la amplitud de contenidos explicados, me sirve también para demostrar que hay menos diferencias entre los niños que lo captan todo a la 1ª y los que van con un ritmo más lento.., al repetir explicaciones con diferentes grados de complejidad se asienta lo aprendido, funcionando como si se tratase de un refuerzo para la recuperación de materias, generando en los alumnos la recuperación espontánea y evitando sentirse discriminados. Os recuerdo la importancia de la autoestima en el aprendizaje.

La propia organización del aula fomenta, según los momentos, el trabajo en común o el individual, siempre acorde con lo que es capaz de hacer cada alumno. Con frecuencia hay situaciones en que los mayores se responsabilizan de los pequeños, ejerciendo de tutores en tareas concretas, favoreciendo el acercamiento entre los niños, al utilizar un lenguaje más cotidiano para explicar las cosas.

Generalmente los mayores son también los encargados de recordar las normas a los que acaban de llegar, fomentando que se interioricen y no se vivan como prohibiciones.

No quiero dejar de lado la tan de moda, “educación en valores”, pues en los colegios rurales, desde siempre, formó parte de los aspectos básicos de la enseñanza, creo que no podría concebir las aulas rurales, sin tener en cuenta el respeto por todo lo que nos rodea, incluidas las personas.

Y para terminar este apartado quisiera dar un paseo por el recreo. En los colegios graduados es frecuente ver, como los niños tienden a jugar con los compañeros de la misma edad, en nuestros coles, están obligados a compartir juegos, adecuándolos a las diferentes edades de los participantes, minimizando así el riesgo de exclusión.

Si pienso en el papel que la escuela rural cumple en los padres o en las familias, me parece también importantísimo: Nos ayudáis en la difícil tarea de educar. Creo que la mayoría estaréis de acuerdo en que la educación es una labor compartida, pero pienso que algo más del 50% debería recaer en las familias y sin embargo estamos llenos de ejemplos de familias que preferirían dejar el 100% de la tarea al colegio. Me parece que el cole rural favorece más la cercanía y la participación de las familias, no solo por las frecuentes reuniones con los tutores, sino también por las continuas indicaciones y aportaciones a cada niño en particular.

Cuando pienso en los vecinos y lo que les aporta el colegio, me pongo a comparar lo que sucede en los pueblos de al lado que envían a los niños al colegio graduado, a varios Km. de casa, esas personas no tiene ninguna relación con el colegio, viven al margen, igual que sucede en poblaciones un poco más grandes y en las que solo las familias con hijos en edad escolar mantienen alguna relación con el colegio.

En nuestro colegio rural es al revés, las personas más mayores y sin niños en el colegio son las que más acuden a las fiestas de otoño, Navidad, fin de curso… Muchos ayudan con el desfoyón, participan en la elaboración de los disfraces de carnaval, se emocionan con el teatro que hacen los niños, vienen a la excursión de fin de curso… y algunos como Jaimito un vecino anciano que vive solo, además de compartir las fiestas del cole, invita cada año a los niños y maestros a una parrillada en su casa, en la que también colaboran otros vecinos. Nuestros hijos comparten incluso los abuelos.

En fin, que la escuela rural aporta VIDA a los pueblos, niños jugando cerca y la posibilidad de participar en muchas actividades que se organizan fuera de horario escolar. Es una perfecta disculpa para reunirnos, hablar, comer juntos, conocernos mejor y mejorar la convivencia.

Por último comentar el difícil papel del maestro rural: con la tarea primordial de “enseñar” en el amplio sentido de la palabra, pero en medio de las familias por un lado y de la administración por otro, que más que sumar esfuerzos , en ocasiones nos empeñamos en restarlos.

A modo de pequeño homenaje os diré que me sorprende la fortaleza de Marisa, nuestra maestra, que con la escasez de recursos profesionales, que tenemos este curso en Moanes, es capaz de seguir manteniendo la asamblea, como forma de debatir y llegar a acuerdos sobre temas de convivencia en el aula, favoreciendo la participación, el respeto por la opinión del otro y aprendiendo a ceder para llegar a acuerdos…. esto es en verdad, un aprendizaje para la vida.

De Conchi no puedo olvidar sus métodos de animación a la lectura, su forma de hacerles meterse en el argumento del cuento, creando un mundo imaginario, que fomentaba la ilusión y la curiosidad por seguir leyendo. Así, es difícil resistirse a los libros.

También tengo claro que hay maestras y maestras…, los que estáis aquí, entiendo que estáis con el compromiso y el esfuerzo. A veces recalan en la escuela rural maestros con espíritu bucólico respecto a lo rural y con poca capacidad de compromiso. Otros traen aprendida la estructura de la escuela graduada y claramente desprecian otras formas de entender la enseñanza, posiblemente porque les resulte más cómodo que sean los niños los que se adapten a su forma de enseñar.

Resumiendo creo que el papel del maestro rural es el de “formar” en el amplio sentido del término, enriqueciendo, aglutinando y dinamizando la vida del pueblo . Ayudando también a no olvidar tradiciones, labores manuales del campo, canciones o dichos populares.

Os conozco a casi todos, sé el enorme esfuerzo que hacéis cada día y también las dificultades con que contáis. Os pido perdón por las veces que no somos justos con vosotros y os animo a seguir adelante. Sé, que si estáis aquí, es porque mantenéis la ilusión y la confianza en este tipo de colegio y en esta forma de entender la enseñanza, como si se tratase de un abanico grande de posibilidades, que ayudáis a abrir a cada niño, para que poco a poco construya el camino del futuro.

Gracias a todos, gracias por todo vuestro esfuerzo.

Mª del Mar Fernández Fernández. Madre del aula de Moanes.

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